lunes, 4 de julio de 2011

¿ATENTADO EN TAILANDIA?

Hoy he visto que varios canales de televisión daban la noticia de un atentado ocurrido el viernes en Narathiwat, en el sur de Tailandia. Los periodistas apenas hablaban del hecho en sí, limitándose a mostrar las impactantes imágenes. Y es que las cámaras de seguridad habían captado el instante en que explotaba un coche, justo cuando un experto en bombas inspeccionaba el vehículo sospechoso. De la víctima solo se decía que había logrado sobrevivir –dato igualmente impactante- y se “deducía” que estaría grave.

Poco importaba hablar de la autoría del atentado, que ciertamente aún no ha sido reivindicado, o del parte médico del especialista, que en realidad sufrió lesiones leves. Mucho menos relevante es, parece, que el lamentable hecho se produjera dos días antes de las elecciones generales en Tailandia.

Es verdad que en televisión prima la imagen y que los tiempos a menudo no dan margen para contextualizar en profundidad las noticias. Pero entre eso y la falta de rigor periodístico que he presenciado hoy hay un abismo.

A propósito del tema, me he acordado de una asignatura que cursé en París llamada “Les médias et l’indifférence” (“Los medios y la indiferencia”). En ella, tratamos sobre cómo los medios, al mostrar de forma constante y descontextualizada hechos violentos, terminan generando en las personas una absoluta indiferencia.

El riesgo que corremos entonces es terminar por banalizarlo todo, olvidándonos de que los periodistas tenemos la responsabilidad de ofrecer herramientas para que el televidente comprenda mejor la realidad que lo rodea. En un noticiero, sobre todo cuando se trata de temas serios, la gente espera eso, noticias. No una charla de café que ya puede mantener con sus amigos, vecinos o familiares. Y aunque existe una agenda de temas que también nos condiciona, está en cada uno decidir si llevamos eso a las últimas consecuencias. Dicho de otro modo: si adaptamos el periodismo al medio televisivo o si convertimos a ambos en un circo.

1 comentario:

  1. Es verdad, es como "cooperar" con el proceso de "naturalización" de la violencia. ¡Debe espantarnos semejante crueldades y monstruosidades!. La prensa tendrá que irse dando cuenta, que eso ya "no vende", por que a la gente, -nosotros-, nos asquean esas noticias con semejante neutralidad. Gracias Vera por comentarlo.
    Daniel Robaldo

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